- La hiperactividad no es una enfermedad. El cerebro de las personas hiperactivas funciona de manera diferente, lo que les lleva a la necesidad de moverse con mayor frecuencia y a un cambio de foco atencional constante.
- No hay dos niños hiperactivos iguales: cada uno tiene sus capacidades y características temperamentales.
- Sí que comparten unos rasgos principales: hiperkinesia o exceso de movimiento; dificultad para mantenerse atentos, no siendo un problema su calidad atencional ya que son capaces de darse cuenta de los detalles importantes de las cosas o los hechos; impulsividad o falta de reflexividad, fruto de la falta de atención.
- La hiperactividad no tiene relación con la inteligencia: hay niños hiperactivos con capacidades intelectuales altas, medias y bajas. Hubiesen tenido la misma inteligencia si no fuesen hiperactivos.
- La hiperactividad no es consecuencia de una mala educación. Sí es cierto que es más difícil educar a estos niños por sus características.
- La persona hiperactiva lo será siempre ya que se trata de una característica congénita, si bien es cierto que algunos de los rasgos, como el exceso de movimiento, se van regulando con el paso de los años.
- Puede ser un factor de riesgo en el ámbito escolar y en las relaciones interpersonales durante la infancia y la adolescencia, pero un factor de éxito en el ámbito laboral y social en la edad adulta. Muchos personajes con grandes contribuciones para la humanidad fueron y son hiperactivos.
- Debemos ser prudentes en el diagnóstico en edades tempranas: el hecho de moverse frecuentemente y no prestar atención suficiente a las cosas, es una característica comportamental de muchos niños entre el año y los cinco años que no implica que tenga la condición de hiperactivo.
- Para su adecuada evolución es imprescindible el asesoramiento psicopedagógico, tanto para los padres como para el niño. Es fundamental conocer cómo funciona su cerebro para poder ayudarle y educarle. La medicación, con buen criterio médico, es una ayuda que facilita al niño estar más atento en clase y moverse menos, lo que beneficia la comprensión y el aprendizaje en general.
- Las técnicas de Neurofeedback son un complemento o alternativa a otros tratamientos y permiten al niño aprender progresivamente a controlar su estado mental de atención y concentración. Se han llevado a cabo numerosas investigaciones con resultados concluyentes sobre su efectividad en la mejora de los síntomas de los niños hiperactivos.