Las siglas TDAH hacen referencia a tres tipos de trastornos distintos:
- Trastorno de la atención (sin hiperactividad)
- Trastorno de hiperactividad (sin déficit de atención)
- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, que sería el significado correcto de las dichas siglas.
Este trastorno comienza en la infancia y es una enfermedad neuronal, aunque no se conoce bien la fisiología del problema.
Los síntomas con los que cursa son:
- El niño se mueve demasiado.
- El niño no es capaz de prestar atención a una sola cosa.
- Bajo rendimiento escolar.
- Baja autoestima.
- Mal comportamiento
- Agresividad y desafío a los adultos.
El TDAH es una fuente de estrés para toda la familia, para el niño, para los hermanos y para los padres. Varios estudios indican que los padres con hijos con TDAH se divorcian más que los padres con hijos sin dicho trastorno, esto es debido a que el nivel de estrés en casa es mayor, ya que hay una batalla continua con el niño para que haga cualquier cosa: tareas, deberes, lavarse los dientes…
Normalmente el tratamiento para el TDAH es medicación, pero hay que tener en cuenta otras estrategias que ayudaran a que el niño y la familia estén mejor, cómo:
- Hacer ejercicio físico para que el niño gaste sus energías.
- Llevar una alimentación equilibrada baja en grasas, que son los nutrientes que proveen más energía al cuerpo.
- Acudir a un especialista en TDAH que ayude a la familia a organizarse, mediante sistemas de puntos, recompensas, etc.
- Realizar ejercicios para mejorar las aptitudes cognitivas.
- Mantener una rutina diaria.
Recuerda que en Nascia podemos ayudarte con nuestro Programa para el tratamiento de problemas de atención con o sin hiperactividad.