TDAH en niños y adultos: significado, causas, síntomas y consejos

TDAH

¿Qué es el TDAH?

El Trastorno por Deficit de Atención (TDA) y el Trastorno por Deficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se encuentran dentro de los Trastornos del neurodesarrollo. Normalmente se presenta en la primera infancia, sobre los 6 años se empiezan a notar síntomas, y cursa con problemas de falta de atención, hiperactividad y/o hiperactividad.
Según el DSM V (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), para diagnosticar TDAH hay que tener en cuenta los siguientes criterios:

Causas del TDAH

Son múltiples las causas del TDAH, en los estudios al respecto parece que predominan los factores genéticos y biológicos, a los que se les unen algunas causas ambientales.

  • Factores genéticos: Se estima que el 76% de las causas del TDAH es genético.
  • Factores ambientales: Relacionados principalmente con el desarrollo del bebé en el embarazo (consumo de alcohol y tabaco, estrés materno, etc) y también en el parto (nacimiento prematuro, anoxia en el parto, etc) y postparto.
  • Factores psicosociales: Aunque no se consideran factores importantes en la etiología del TDAH si en su mantenimiento o su intervención.

TDAH en niños

El TDA y el TDAH suele darse tanto en niños como en niñas, sin embargo, en las niñas es menos diagnosticado ya que las niñas suelen compensar sus síntomas haciendo que pasen más desapercibidos. El porcentaje de niños con inatención combinada con hiperactividad/Impulsividad es mayor que el de niñas, pero las niñas presentan más casos de inatención.

En ambos casos se suele manifestar más cuando comienzan la edad escolar ya que les es difícil cumplir con las normas y tareas escolares. Estos niños suelen mostrar los siguientes síntomas o signos:

  • Le cuesta presentar los deberes o lo hacen de forma incompleta, cometiendo pequeños errores.
  • Hablan y actúan impulsivamente (responden antes de acabar la pregunta)
  • Se distraen con facilidad y presentan conductas que molestan a los de alrededor, interrumpiendo la clase.
  • Tienen dificultades para aceptar las normas y en ocasiones son agresivos.
  • Les cuesta asumir responsabilidades y tareas, mostrando dificultad en organizarlas.
  • Presentan movimientos frecuentes y dificultad para permanecer sentados.
  • No le gusta o evita las actividades que requieren atención durante más de uno o dos minutos.
  • Pierde el interés y comienza a hacer otra cosa después de participar en una actividad durante un rato.
  • Habla mucho más y hace más ruido que otros niños de la misma edad.
  • Hace cosas cuando se le ha indicado no hacerlas.
  • No se mantiene de pie normalmente.
  • Está casi siempre inquieto, quiere patear constantemente o agita los pies o gira alrededor de su asiento. Insiste en “ponerse de pie” después de estar sentado durante tan sólo unos minutos.
  • Debido a su ausencia de miedo, se mete en situaciones peligrosas.
  • Se altera demasiado rápido con gente extraña.
  • Resulta frecuentemente agresivo con sus compañeros, incluso puede ser expulsado de guarderías por agresividad.
  • Ha resultado herido (por ejemplo, recibió puntos de sutura) por moverse demasiado rápido o correr cuando se le ha indicado no hacerlo.

TDAH en adultos

En adultos, se considera que el trastorno se mantiene el 50% de los que fueron niños con TDAH. Sin embargo, se cree que la mayoría de los adultos con este trastorno está sin diagnosticar.

En los adultos los síntomas varían, siendo más comunes los síntomas relacionados con la inatención y disminuyendo los síntomas de hiperactividad e impulsividad.

La inatención se suele manifestar en síntomas como: dificultad para organizar trabajos o tareas, problemas de gestión del tiempo y dificultad para organizarse y facilidad para olvidarse de las cosas. Esto hace que sean adultos con problemas y dificultades laborales.

Por otro lado, la hiperactividad se manifiesta en una actividad constante, horarios sobrecargados e incluso suelen ser adultos con adicción al trabajo.

Consejos para manejar el TDAH

Lo principal para manejar el TDAH, tanto en niños como en adultos, es tener un diagnóstico correcto. En ambos casos los síntomas del TDAH se pueden confundir con síntomas de otros trastornos.

Una vez tenemos claro que existe TDAH damos algunos consejos que pueden facilitar el día a día de los afectados:

Consejos para los niños

  1. Seguir rutinas claras que los niños conozcan y sepan hacer.
  2. Intentar mantener la calma con ellos, sin gritos ni estrés, dando las órdenes de una en una.
  3. Tener alguna seña, palabra o símbolo, pactado con los niños que al decirla ellos sepan que tienen que prestar atención.
  4. Hacer diariamente ejercicio físico y comidas sanas sin azucares.
  5. Marcar unas normas claras para el día a día.
  6. Enseñar a los niños ejercicios para estar en el presente

Consejos para los adultos:

  1. Practicar ejercicio físico
  2. Hacer relajaciones y practicar mindfulness (o estar en el presente)
  3. Planificarse bien el día a día, apuntar en agenda las tareas a hacer.

Tratamiento del TDAH

El TDAH no tiene un tratamiento, pero se pueden reducir los síntomas. Existe tratamiento psicofarmacológico que debe que ser recetado por un neurólogo o psiquiatra, sin embargo, actualmente las investigaciones están indicando que el tratamiento con un mayor porcentaje de éxito en la reducción de síntomas es el tratamiento con neurofeedback.

Las Cifras del TDAH

Durante los últimos años, la tasa de TDAH se calcula que está entre el 4% y el 6% de todos los niños en edad escolar. Según los datos recogidos en el último estudio realizado por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, el 11% de todos los niños en edad escolar son diagnosticados con TDAH, así como casi uno de cada cinco niños de escuela secundaria. Los nuevos datos reflejan un aumento del 53% en la última década. Este dato ha hecho saltar todas las alarmas. “Esos son números astronómicos. Estoy sorprendido”, dijo el doctor William Graf, un neurólogo pediátrico de New Haven y profesor de la Escuela de Medicina de Yale.

Los porcentajes de niños estadounidenses afectados por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) se han disparado, pero los expertos advierten que las cifras más recientes requieren un análisis más profundo.

¿Qué hay detrás del aumento del 53%?

Esta información muestra que el 11% de los niños de 4 a 17 años fueron diagnosticados con TDAH, un aumento del 16% desde 2007, la última vez que los investigadores de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) llevaron a cabo un estudio exhaustivo de la prevalencia de este tipo de trastornos. El aumento fue especialmente dramático en los niños, y se estima que 1 de cada 5 niños de secundaria han sido diagnosticados con TDAH. Además, alrededor de dos tercios de los niños diagnosticados fueron tratados con medicamentos estimulantes que pueden mejorar la atención, pero también tienen otro tipo de efectos secundarios.

Todos estos datos fueron recogidos por el CDC y analizados y reflejados por el New York Times.

La información sobre las tasas de TDAH venía de padres que informaron sobre el diagnóstico de sus hijos mediante entrevistas telefónicas. Estos informes son útiles, pero no son tan fiables como los diagnósticos comprobados, tal y como indica el Dr. William Barbaresi, director del Centro de desarrollo de medicina en el Boston Children’s Hospital.

En segundo lugar, estos registros basados ​​en datos de diagnóstico sugieren que las tasas de TDAH en los niños pueden estar entre el 7,5% y el 9,5%, con mucha mayor prevalencia en el caso de los varones. En cualquier caso, el temor va más allá, ya que con estos datos se confirma que una proporción significativa de estos niños también pueden estar siendo tratados con medicamentos que no necesitan. “Este informe y otros similares plantean preguntas sobre si es posible que estemos sobrediagnosticando el TDAH , haciendo un uso excesivo de medicamentos”, según Thomas Power, director del centro para la gestión del TDAH en el Children’s Hospital de Filadelfia.

En la encuesta a nivel nacional patrocinada por Nascia se puso de manifiesto que cada vez más, los agentes implicados buscan soluciones alternativas y los padres son reacios al excesivo recurso a la medicación.

“Esto podría tener graves consecuencias para los niños a largo plazo en la salud mental y física, ya que medicamentos para el TDAH, como Ritalin y otros se han relacionado con la pérdida de peso dramático y anulación del crecimiento. Y algunos expertos han expresado su preocupación sobre el uso temprano de los fármacos que modifican el comportamiento, ya que podrían alterar el desarrollo social y creativo de los niños”.

“El aparente aumento de la prevalencia del TDAH pone de manifiesto varias deficiencias en la forma en que no sólo el TDAH, sino también otras cuestiones de salud mental en general se diagnostican y se tratan en los EE.UU.”, dice Barbaresi. “La mayoría de los niños son etiquetados con el trastorno por su pediatra o médico de familia, que no siempre están capacitados para proporcionar la evaluación en profundidad que requiere un diagnóstico fiable. Los síntomas no son ni deben ser suficientes.”

Mientras que la Academia Americana de Pediatría (AAP) proporcionó recientemente una guía actualizada sobre los criterios para un diagnóstico de TDAH adecuado, incluyendo informes no sólo de los padres, sino también de los profesores y otros profesionales relacionados, evaluando tanto síntomas relativos a la atención así como al comportamiento hiperactivo, impulsivo y distraído de un niño, el sistema actual muchas veces no permite a los médicos tener tiempo y medios suficientes para recopilar y combinar adecuadamente todos estos datos que deberían provenir de diferentes fuentes.

Además, con el fin de identificar correctamente a un niño afectado por el TDAH, se ha de llevar a cabo una evaluación médica y psicológica adecuada, que dura varias horas y requiere que el niño y los padres completen cuestionarios sobre cómo el niño responde a diferentes situaciones, cuáles son los factores que parecen desencadenar un comportamiento hiperactivo o falta de atención, así como la forma disruptiva en que estos episodios aparecen en las actividades diarias del niño. Desafortunadamente, la mayoría de las aseguradoras no se hacen cargo de dichas evaluaciones, y esto lleva a los médicos a tomar el camino de menor resistencia – la prescripción de medicamentos como Ritalin o Adderall. “Ese es el gran elefante en la habitación: a pediatras y médicos de familia se les pide resolver una situación compleja en un tiempo inadecuado, sin tener acceso a los datos de las evaluaciones psicológicas que necesitan para hacer estas distinciones sutiles”, dice Barbaresi.

Este tipo de fallos en el diagnóstico y en la prescripción de medicación podría tener consecuencias para la salud a largo plazo de estos niños, ya que los estudios también muestran que alrededor del 60% de los niños con TDAH tienen problemas de aprendizaje, y que el 60% está destinado a desarrollar otro tipo de enfermedad mental cuando supere los 19 años.

La excesiva rapidez en el recurso a la medicación está siendo también discutida, ya que se pueden pasar por alto tratamientos eficaces y sin medicamentos que pueden beneficiar a muchos niños, especialmente a los más pequeños. La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda que los niños menores de 6 años comiencen con la terapia de conducta antes que con medicación, pero sin duda escribir una receta es mucho más fácil que el seguimiento de una serie de sesiones que implican la formación y el compromiso de tiempo y esfuerzo por parte de los padres y miembros de la familia. “El problema con el que nos enfrentamos es que las intervenciones conductuales, psicosociales y no farmacológicas no están lo suficientemente disponibles para la gente. Cuando hablo con pediatras y médicos de atención primaria, me dicen que no quieren diagnosticar TDAH tan a menudo como lo hacen, y tampoco quieren utilizar medicamentos con la frecuencia que lo hacen, pero que no tienen muchas otras opciones disponibles. Es difícil lograr que los niños accedan a tratamientos de tipo psicosocial que ellos creen que muchos de estos niños y sus familias necesitan”, según Powers.

Este tipo de programas están diseñados para evaluar qué factores impulsan y sostienen el comportamiento inadecuado, impulsivo e hiperactivo haciendo participar a los padres y ayudándoles a modificar los factores ambientales o las interacciones con sus hijos para cambiar su comportamiento.

Jugar y participar más directamente con los niños de forma regular, por ejemplo, tiende a calmarles, y el establecimiento de límites y educar a los niños acerca de las consecuencias de sus acciones pueden ayudar también. Este tipo de intervenciones conductuales son eficaces para mejorar las relaciones de los niños con sus padres, así como con sus profesores y compañeros de clase en el colegio.

Sin embargo, estos programas no funcionan de manera aislada, y lo ideal es que los padres, médicos y profesores junto con el resto de profesionales implicados, coordinen sus esfuerzos para garantizar que el comportamiento apropiado está siendo reforzado positivamente en los niños con TDAH. El mejor tratamiento es una combinación de entrenamiento para padres, intervención de comportamiento, intervenciones escolares y medicamentos cuando sea necesario. Con demasiada frecuencia, sin embargo, las terapias actuales no están aprovechando todo el poder de esta combinación.