Os resumimos en este post un extracto de varias de las conclusiones obtenidas de diferentes estudios, principalmente llevados a cabo por la Universidad de Louisville en Kentucky, en los que se relacionaba la postura corporal, la forma de sentarnos, andar, etc. con nuestro nivel de estrés y ansiedad y con nuestro estado de salud en general.
¿Cómo nos afecta nuestra postura? Descubre las diferentes dimensiones sobre las que puede actuar una postura incorrecta y cómo tratar de minimizar sus riesgos:
- Carrera profesional y desempeño
Una postura correcta puede ayudar a mejorar las perspectivas de empleo y el crecimiento profesional. Según diversos estudios, la postura es una poderosa tarjeta de visita y hace que las personas piensen y actúen de manera más confiada y haciéndose respetar. Así, en determinadas profesiones, como por ejemplo en la interpretación o la moda se suele trabajar intensamente la mejora de la postura. Si te mantienes en una posición recta y diriges tu mirada con confianza la gente responderá positivamente, sintiéndose mejor cerca de ti y aumentando la probabilidad de obtener una respuesta positiva.
- Concentración y atención
La postura puede estar detrás de tus problemas de concentración. Aunque sólo supone el dos por ciento de tu peso corporal, tu cerebro necesita el 20% de tu oxígeno para realizar su trabajo correctamente.
Una postura pobre hace difícil respirar profundamente, restringe el consumo de oxígeno e interfiere con tu capacidad de pensar. Así que asegúrate de que tu cerebro obtiene el oxígeno necesario, manteniendo la espalda recta, haciendo que así órganos fundamentales como corazón, pulmones y diafragma, puedan desempeñar mejor su función y mejorar tu respiración y aumentar tus niveles de oxígeno.
- La felicidad
Las investigaciones han demostrado que mantener una posición antinatural e incorrecta supone un consumo de energía adicional de entre el 60 y el 70 por ciento frente a mantener tu cuerpo en la alineación correcta. Este esfuerzo provoca un cansancio excesivo y aumenta la probabilidad de depresión y enfermedad.
También afecta a nuestro nivel de endorfinas, ya que una postura recta, con los hombros atrás, el pecho suficientemente abierto y la columna vertebral recta, provoca un aumento en el nivel de endorfinas, incrementando la sensación de felicidad, incompatible con la ansiedad.
Asimismo, una postura correcta que no provoque una tensión muscular excesiva nos ayudará a reducir nuestro nivel de cortisona, reduciendo por tanto nuestro nivel de estrés.
- La salud en general
Una mala postura es causa directa de problemas en la parte baja de la espalda (dolores lumbares) así como dolor de hombro y cuello. Además afecta al sistema digestivo dificultando la digestión y suele ser causa de crisis de cefaleas (dolores de cabeza), fundamentalmente de tipo tensional.
- Apariencia
La postura incorrecta es una de las causas de apariencia estética de envejecimiento. En los estudios realizados por los investigadores de la Universidad de Louisville en Kentucky se pidió a los participantes valorar entre personas en posturas diferentes, correcta e incorrecta. En lo relativo a la edad siempre juzgaron como más jovenes a las personas que tenían una postura erguida y correcta. Asimismo, señalaron como más delgadas a mujeres que en realidad pesaban más que otras, pero que presentaban una postura recta.
Consejos para mejorar tu postura:
- Siéntate bien
Cuando comes, cuando trabajas, cuando conduces…siempre es conveniente que seas consciente de tu postura. Siéntate con la espalda recta, y apóyate en tus caderas, no movilices tu espalda al comer, de modo que lleves los cubiertos a la boca y no tu cuerpo hacia el plato o los cubiertos. Al conducir, mantén tu postura recta y no aumentes tu tensión muscular innecesariamente; agarra el volante sin apretar demasiado y recuerda no tensar en exceso los hombros. En la oficina, mantén los pies en el suelo, la espalda recta el asiento en paralelo a la altura de las rodillas y los brazos sin tensión, siempre apoyados en algo.
- Rota los hombros, estira los brazos
Haz un ejercicio de rotación con los hombros tres o cuatro veces seguidas, sin notar tensión en ellos, de manera suave. Practica asimismo de vez en cuando el estiramiento brazos y moviliza tus articulaciones, codos y rodillas.
- La mirada, siempre al frente
La mayoría de la gente mira hacia abajo y carga los hombros y el cuello. Intenta equilibrar cuello y cabeza y mantén la mirada al frente, todo ello de manera suave, natural, sin forzar movimientos.
Recuerda que nuestra salud y bienestar depende de una combinación adecuada de factores físicos y emocionales, y que nuestro organismo responde de manera continua a la alteración de múltiples variables entre las que muy a menudo se encuentra la tensión muscular .
Mantener una postura correcta nos ayudará a mejorar nuestro nivel de tensión muscular y contribuirá asimismo a potenciar nuestra facilidad para respirar de manera más adecuada, aumentando como consecuencia nuestra capacidad de afrontar mejor las situaciones estresantes del día a día.
Muy interesante, gracias por tu trabajo y por compartir Pablo
Estimada Gabriela:
Gracias a ti por tus amables palabras.
Un cordial saludo