Vamos a tratar de explicar qué ocurre con los efectos del estrés en la concentración. Cuando tenemos estrés reaccionamos de forma inconsciente y nuestro cuerpo y mente se pone en un modo de alerta. La cuestión es que la mente del ser humano no es capaz de distinguir entre una amenaza real o imaginaria.
Una amenaza imaginaria es cuando tenemos pensamientos que nos producen tensión como afrontar pagos inesperados, entregas de trabajos en cortos espacios de tiempo, etc.. Ante ello la mente reacciona como una amenaza real.
El cúmulo de pensamientos negativos y la imagen de situaciones estresantes no es positivo para la mente. Entre otras cosas, uno de los efectos del estrés en la concentración es que no somos capaces de tomar el control ni poner orden en nuestros pensamientos.
Cuando estamos bajo una situación de tensión física y mental la mente trata de liberarse de una forma inconsciente y no presta atención a las tareas y circunstancias cotidianas. El nivel de atención disminuye y por eso olvidamos con frecuencia cosas que sin estar sometidos a tanta tensión no olvidaríamos.
Los olvidos de un papel, del mando, del teléfono, documentación…en ocasiones van ligados a esa falta de atención que ponemos habitualmente. Y, en el trabajo, las cosas no cambian. Baja nuestro nivel de productividad por estar atenazados mentalmente y atados a otros pensamientos que no nos permiten poner el foco de atención en las tareas de nuestro puesto.
Lo normal es que si eres estudiante, pierdas el hilo de lo que estás estudiando. Si estás trabajando, tardes más en ejecutar la tarea porque localizas lo principal en otro lado. No eres, en definitiva, capaz de tener un control mental de la situación o la tarea que estás llevando a cabo.
Para poder paliar los efectos del estrés en la concentración te recomendamos terapias de biofeedback y neurofeedback, que te ayudarán a educar tu mente y entrenarla como si de un ejercicio físico se tratara. Automatismos que, de forma inconsciente, aflorarán en los momentos que requieres mayor atención.
¡Ven a Nascia y te ayudaremos a recuperar el control!
Tengo 16 años… a veces no escucho que me hablen. Me cuesta concentrarme cuando me dicen algo y eso me trae problemas con familia. No los escucho y no hago algo que me indican como el conectar algún aparato. Le tengo presente pero se me olvida y no lo hago con la intención. En el trabajo no escucho cuando me dan instrucciones y realmente no tengo nada en mente, solo no los escucho.
Hola Letizya,
Primero de todo, intenta analizar, cuál puede ser la causa de ese estrés que te está provocando esa falta de concentración.
Si necesitas nuestra ayuda, no lo dudes, te animamos a que contactes con nosotros y pidas tu cita gratuita. Ahora atendemos online!! info@nascia.com
Un saludo,