Estrés infantil ante el inicio del curso, ideas prácticas

Estrés infantil ante el inicio del curso

Los niños no son ajenos a los agobios y problemas lógicos de su edad. El estrés infantil antes del inicio del curso es uno de ellos, si bien no todos lo padecen.

Las nuevas rutinas, la exigencia de los horarios, cambiar de clase, de profesor, el ritmo de vida…todo ello son cambios que se producen en el día a día del niño tras una época sin horarios y sin ataduras. El ‘miedo’ a conocer al nuevo profesor que provoca la incertidumbre, conocer a los nuevos compañeros, la nueva clase…son escenarios que siempre generan en principio recelo para muchos de ellos a los que les cuesta asumir los cambios.

Lo mejor es aplicar la calma, algo que los adultos podríamos también aplicarnos. Los procesos adaptativos son siempre un nuevo desafió pero siempre hay algunas técnicas o más bien ideas que pueden ayudar.

Ideas para combatir el estrés infantil ante el inicio del curso

Algunas de ellas son muy sencillas y dependen del adulto, que son los que deben guiarles en este proceso de adaptación que reduzca el nivel de estrés. Os proponemos las siguientes:

  • Comenzar cuanto antes con unas rutinas de horarios, comidas y sueño que ayuden a que la aclimatación no sea de golpe. Una semana o diez días antes de comenzar el curso es suficiente.
  • Hay veces que estar tranquilos les ayuda, no siempre estar en una dinámica de movimiento constante. Parar un poco a veces les ayuda a descansar no sólo el cuerpo sino también la mente.
  • Darles más cariño y afecto en esos primeros momentos de inicio del curso les ayuda.
  • Que tomen las decisiones justas y necesarias. Sobrecargarles de decisiones en estos primeros momentos del curso no les ayuda a mantener un nivel de estrés activo sino que empeora el nivel de estrés ‘negativo’.
  • Hablar y pensar sobre aquello que les preocupa. Suena repetitivo en algunas ocasiones pero el diálogo es la mejor manera de liberar el estrés infantil ante el inicio del curso.
  • Ayúdale a parcelar tareas y a organizarse, sobre todo al principio.
  • Transmitirles mensajes de confianza como el ‘tú puedes’ o ‘sé qué lo harás bien’ también es un refuerzo positivo que les ayuda mucho.

Finalmente, celebrar aquellos pequeños logros es necesario al principio, a mitad y a final del curso. Deben darle valor a sus logros y objetivos porque los fracasos y las dificultades es algo a lo que el ser humano está acostumbrado a asumir mal.