El estrés laboral y el burnout, dos conceptos muy unidos y consecuencia uno de otro. El estrés laboral se produce cuando no se es capaz de asumir la carga laboral y el nivel de exigencia, además del mal ambiente en el entorno de trabajo y otras cuestiones que contribuyen como pueden ser los horarios excesivos sin posibilidad de conciliar correctamente.
A partir de ahí, un estrés laboral prolongado que deriva en el burnout que no es otra cosa que el agotamiento físico, emocional que deriva del trabajo y que repercute en la autoestima. A medida que el burnout aparece se va perdiendo interés en el día a día del trabajo, en las tareas, se diluye el sentido de la responsabilidad y, en ocasiones, puede hacer presencia la depresión.
Se podría decir que el estrés laboral y el burnout es la prolongación crónica de una situación de estrés que afecta individualmente a la persona pero que sin duda tiene su repercusión en las organizaciones.
¿Cómo se llega al burnout? De la siguiente manera:
- Ausencia de equilibrio y conciliación entre vida personal y laboral. Fuerte tendencia a la identificación con el trabajo.
- Hacer acopio de multitud de funciones y tareas, incluso las que están fuera de su parcela
- Estar sometido a mucha presión con una exposición mayor al cliente
- Tener la sensación de ausencia de control sobre el trabajo que se desempeña
- Tareas monótonas, puesto de trabajo monótono y sin factor sorpresa
El tratamiento del burnout está asociado a la eliminación del estrés y ligado a la mejora de la concentración. Con el biofeedback conseguimos por un lado eliminar los problemas fisiológicos del estrés haciendo recuperar el control y con el neurofeedback tratamos de mejorar la concentración de la persona en las tareas que se llevan a cabo.