Suena a campaña de informativos de televisión pero no por ello deja de ser cierto el calendario del estrés. Son doce meses y doce causas por las que podemos llegar a estresarnos en cada uno de esos meses. No significa que todo el mundo lo haga, alguno sólo lo hace en un par de ellos, pero es verdad que cada mes tiene una excusa para disparar los niveles de tensión y estrés.
El calendario del estrés por meses
Comenzamos el año con Enero, un mes en el que tras el consumo de las fiestas viene acompañado en forma de tensión por la famosa cuesta de Enero. Los gastos de Navidad y Reyes se empiezan a notar y la economía es uno de los factores más estresantes para cualquier ciudadano. Por si esto fuera poco, los propósitos de año nuevo no contribuyen poniendo cargas a la hora de ‘obligarnos’ a adelgazar, dejar de beber, dejar de fumar o hacer deporte, entre otros.
Febrero es un mes tranquilo pero si vives enamorado o enamorada la tensión del regalo por San Valentín no deja de ser un momento de dudas y de tensión. Qué regalo hacer, si gustará, qué expectativas habrá…Tranquilidad, que aún puede ser peor si tienes familia y hay que disfrazar a todos los niños por carnaval. Buscar disfraz, no repetir…la tensión de una celebración cada vez más ‘obligatoria’.
En Marzo el calendario del estrés es más generoso. Algun@s se estresan con el mejor regalo que se le puede hacer a un padre en su día, pero no es de los meses en los que estamos más tensos.
Abril, primavera recién comenzada y primeros síntomas de astenia primaveral. Es un síndrome que cada vez sufre más gente y por el que la falta de sueño, el cansancio y el cambio horario afecta cada vez más al estado de ánimo de muchas personas. Más irascibilidad, más tensión. Comienza a subir nuestra curva por meses en el perfil de estrés.
Durant el mes de Mayo un@s poc@s prolongan los síntomas de la astenia, pero también el día de la Madre es una forma de competir con el mejor regalo que se le puede hacer a mamá. Y si puede ser mejor que el de papá, pues también. Época de compras y de buscar hasta última hora el mejor de los detalles para decir algo que pronunciamos casi cada día: ‘te quiero mamá’.
Y llega Junio, el mes en el que los niños comienzan sus vacaciones. Más tiempo en casa, mayores responsabilidades y cómo no más momentos propicios para el estrés en familia. También suele ser un mes estresante para los detallistas que quieren dejar todo el trabajo hecho antes de irse de vacaciones en los meses siguientes. Más volumen de trabajo, poco lugar para delegar y mayor carga de tensión operativa. Estrés.
Julio y Agosto, los meses en los que más deberíamos descansar tod@s. Pues no, es el momento de estresarse preparando las vacaciones. Equipaje de los niños, presupuesto para lugar vacacional y un sinfín de listas de viaje. ¿Quién dijo descanso? Si tienes la fortuna de no tener ninguna responsabilidad y viajar solo, seguramente tu estrés se reduzca al mínimo.
Septiembre es un mes complicado en el calendario del estrés por varias razones: preparar la vuelta al cole de los niños (estrés económico), síndrome postvacacional (por la vuelta a la rutina laboral) y también porque comienza de nuevo la carrera de los horarios y la conciliación familiar-laboral.
Octubre, un mes que marca el inicio de las actividades extraescolares y también entrar en el otoño. Los días se hacen más oscuros antes de tiempo, menor luz, cambio de rutinas y peor tiempo. Esto hace que muchas personas caigan en una especie de ‘depresión otoñal’ a la que acompaña un estrés motivada por todo lo anterior. Pero, además, comienzan los bailes horarios para poder llevar a los que tengan hijos a todas sus actividades extraescolares.
Noviembre viene marcado por el estrés de las compras en el Black Friday. Buscar de forma compulsiva en la red la mejor oferta del mejor producto. Estar conectado más tiempo a las páginas de comercio electrónico y también, cómo no, a la del banco para saber nuestro gasto en este fin de semana. ¿Quién da más?
Y finalmente, el calendario del estrés nos concede Diciembre como colofón a esa tensión acumulada durante el año. Inicio de vacaciones de Navidad con los niños en casa y el estrés económico de la preparación de comidas, cenas y regalos navideños. Aglomeraciones en centros comerciales, atascos en la ciudad y para rematar los temas de conversación que más nos estresarán en esas reuniones los días señalados.
Pues os decimos que hay solución a todo ello. Y que si queréis saber más, que consultéis con nosotros. Estaremos encantados de ayudaros a recuperar el control.