Controlar tu estrés y dormir bien para vivir mejor

Dormir bien y descansar  es una de las claves para poder mantener nuestro estado de salud, bienestar y calidad de vida.

El descanso como medio reparador para nuestro organismo es un proceso de vital importancia para la salud.

El sueño pasa por distintas fases, desde un nivel más ligero en el que podemos percibir todavía lo que pasa a nuestro alrededor, hasta fases más profundas en las que el cuerpo está incluos paralizado.

Cada una de estas fases responde a una función, desde la recuperación mental y equilibrio emocional en las fases más ligeras, hasta el descanso físico y corporal en las fases más profundas.

Dormir mal trae como consecuencia somnolencia continua, irritabilidad, fatiga crónica, desánimo, nerviosismo excesivo, etc. La consolidación de un patrón incorrecto de descanso a lo largo del tiempo supone un riesgo mucho mayor de trastornos de todo tipo, aumento del riesgo de accidentes laborales o de tráfico, etc.

No todos necesitamos dormir la misma cantidad de horas. Así, existen factores como la edad, el ritmo de vida diario, características físicas y personales, etc. que influyen en la determinación del tiempo óptimo de descanso.

Entre los factores y variables que más influyen en la calidad del sueño se encuentran:

  •  Cambios en el patrón de sueño por edad y modo de vida: especialmente en las personas mayores, genera estados de estrés y ansiedad por no adaptarse a las nuevas circunstancias.
  • Cambios en hábitos de vida que alteran el patrón de sueño, como por ejemplo, la jubilación.
  • Cambios en la actividad diaria o las responsabilidades
  • Trastornos físicos o psicológicos
  • Efectos secundarios de medicamentos
  • Excesiva preocupación, problemas emocionales
  • Condiciones ambientales externas: calor, luz, etc.

Todas estas circunstancias generalmente se resumen en un estado excesivo de estrés y ansiedad que  puede ser tanto la causa como la consecuencia de un problema de insomnio.

Es decir, tan frecuente es que no podamos dormir bien por el exceso de preocupaciones o la incapacidad para desconectar, como que el hecho de que no podamos dormir bien sea precisamente la causa de nuestro desánimo, de modo que al igual que sucede con el estrés, se produce un auténtico círculo vicioso del que es muy difícil salir sin un programa de actuación determinado y en combinación con el resto de factores que nos provocan ese estado de ansiedad.

En Nascia somos conscientes de la importancia del ciclo vigilia-descanso, y por esa razón, prestamos una especial atención a esta variable en nuestros programas de control de estrés y ansiedad, al ser uno de los síntomas más frecuentes que nos remiten nuestros clientes.