Consejos para manejar una rabieta

Las rabietas son un episodio normal en los primeros años de la infancia (1-4 años), sobre todo alrededor de los dos años. Estas se dan cuando el niño está aprendiendo a manejar su propia frustración, cuando se le dice “NO” y él tiene que aprender a aceptarlo.

El niño nace sin saber manejar sus propias emociones, es el adulto quien tiene que enseñarle a tratarlas, por lo tanto lo primero que, como adultos, tenéis que tener en cuenta es que debéis estar en calma y controlados si queréis calmar y controlar al niño que está en plena rabieta. Si  le regañáis, gritáis o castigáis posiblemente empeorará porque percibirá que estáis más nerviosos que el.

Es importante que el niño no consiga lo que se le ha negado, si la rabieta la tiene porque quiere un juguete que no le habéis dado, os tenéis que mantener firmes en eso, si se lo dais lo que aprende el niño es que con la rabieta consigue lo que quiere. Cuando esté más calmado le podéis explicar porque esa ha sido vuestra actuación.

Obviamente es difícil en algunas circunstancias, el típico momento en la fila del supermercado con todo el mundo mirando, lo importante en estos momentos es recordar que él está aprendiendo a manejar la frustración, que cómo adulto se supone que ya sabes manejar y tu función es enseñarle a hacerlo, relajarle y mostrarle, cuando él esté más tranquilo, que puede hacer la próxima vez que no consiga algo que quiere.