Aprende a ser feliz

Alejar el estrés y aprender a ser feliz

Esta entrada no es probablemente la entrada más fácil de escribir. Alejar el estrés y aprender a ser feliz dicho en una frase parece, a priori, algo más complicado de lo que realmente es. Pero resulta que nada es imposible si la voluntad es hacerlo posible.

Nadie aprende a ser feliz. O se es feliz o no se es feliz. Digamos que la felicidad no es un aprendizaje sino un medio para conseguir un fin, que es el de vivir tranquil@ y alejado de los problemas. Eso también es una forma de ser feliz, ¿no? La ausencia de problemas, de preocupaciones….de estrés.

Cómo evitar el estrés

Para alejar el estrés, además de las técnicas que empleamos en biofeedback, existe una clara e inequívoca forma de hacerlo. Se llama actitud, se llama voluntad, se llama control mental. Porque los pensamientos se pueden controlar al igual que lo hacemos con las variables fisiológicas para que el estrés no suponga un obstáculo en la búsqueda de la felicidad. O de la tranquilidad, según queramos leerlo.

Si somos capaces de combinar un entrenamiento eficaz en el control de las variables con la voluntad y actitud de nuestra mente, seguramente seremos los seres más poderosos del planeta y estaremos capacitados para afrontar casi por completo todas aquellas situaciones que nos ponen el estrés en bandeja.

Aprender a ser feliz

Sí. Alejar el estrés y aprender a ser feliz es posible, puesto que podemos entrenar también a la mente para que los pensamientos que ocupan cada resquicio del cerebro sean una herramienta positiva para no perder el control.

Si no podemos, para qué pensarlo. Y si podemos, no lo pensamos. Es más sencillo reconvertir un pensamiento negativo o una situación complicada en algo de lo que podamos sacar provecho. Si somos capaces, si además de eso tenemos el control absoluto de las variables fisiológicas que entran en juego cuando se produce un episodio de estrés o ansiedad, seguro que seremos felices.

¿Veis cómo ser feliz no es complicado? Aprender las técnicas para conseguirlo, tampoco. Imponer la voluntad, siempre es lo complicado pero se puede. Se puede. Puedes.