La separación de los padres suele ser un momento doloroso para todos los miembros de la familia. Una de las cuestiones que más preocupa a los padres sobre su separación es cómo afrontarlo con los hijos. Algunos consejos que pueden resultar útiles son:
- Aceptar el dolor por el que pueda estar pasando el niño. Ayudarle a que lo manifieste y permitírselo. No intentar esconder el dolor con juguetes y regalos.
- Hablar con él, explicarle todo lo que está ocurriendo. El niño está viviendo muchas cosas, las está sintiendo, mejor que sepa claramente porque se siente así.
- Dejarle bien claro que él no tiene nada que ver en la separación, que por muy mal que se haya portado, en algún momento, eso no tiene nada que ver. Los niños tienen mucha imaginación y relacionan cosas sin razón y suelen pensar que la separación es porque se han portado mal.
- Hacerle saber que aunque estén separados ninguno de los dos le abandonará, no sólo decírselo, sino que lo sienta. Que ambos le quieren muchísimo, ya que él les necesita.
- Mostrarle que puede seguir queriendo a los dos, que ninguno de los dos se enfada porque quiera también a su otro progenitor. Fomentar una buena relación con el otro, sin criticar ni decir nada malo sobre el otro progenitor. No olvidéis que el niño tiene derecho a sus dos padres.
- No usar al niño de testigo, ni de árbitro, ni de mensajero. Ni luchar por su cariño. Esto puede hacer mucho daño al niño.
- No ponerle en situaciones en la que el niño tenga que escoger a uno de los dos. El niño siente que si elige a uno está fallando al otro y eso para él es muy doloroso.
- No incumplir las promesas que le hagan en general, sobre todo las relacionadas con los tiempos que van a estar con él.
- No interrogar al niño después de haber estado con su otro progenitor, ni sacarle información. El niño no es un espía, ni puede sentir que no se fía del tiempo que pasa con el otro.
- Si uno de los dos tiene una nueva pareja, permitir, que si trata bien a vuestro hijo, el niño se encariñe con ella/el. Al niño ya le cuesta querer a la nueva pareja porque siente que traiciona a su otro progenitor, así que es bueno hablar con él del tema y permitírselo. Ambos progenitores tienen derecho a continuar con su vida.